Archivo de la categoría: Gestión de placeres riesgos y atención a usuarios de sustancias

DECLARACIÓN DE ORGANIZACIONES DE REDUCCIÓN DE RIESGOS Y DAÑOS DE DIFERENTES PARTES DEL MUNDO A PROPÓSITO DE LAS 5 MUERTES EN ARGENTINA

A propósito del desgraciado suceso ocurrido en Argentina hace pocas semanas en el que 5 personas resultaron fallecidas y 4 intoxicadas graves, las organizaciones de reducción de riesgos que firmamos esta declaración queremos plantear algunas reflexiones y propuestas a tener en cuenta a la hora de abrir el debate sobre el enfoque de reducción de riesgos y daños, y sobre las acciones a realizar especialmente en los espacios de fiesta.

  • El consumo lícito o ilícito de drogas es una realidad cambiante y que no dejará de existir. Es por ello que debe promoverse un trabajo orientado a minimizar los efectos perjudiciales para el individuo y para la sociedad.
  • Entendemos que un enfoque de Salud Pública en materia de drogas debe reconocer la reducción de riesgos y daños como estrategia fundamental e integrada en todos los abordajes preventivos. Con ello se adquiere una perspectiva más globalizadora de la prevención y realiza una aproximación preferente sobre colectivos con mayor vulnerabilidad y en situación de riesgo.
  • La reducción de riesgos, aunque se articula perfectamente con la reducción de daños, se diferencia de esta última en que pone el foco en influir sobre las condiciones previas y las que se dan durante el consumo de drogas con fines recreativos, en espacios de fiesta y ocio, en personas que no tienen problemas graves derivados de este consumo. Actuamos sobre ese 90% de personas consumidoras que no tienen problemas graves derivados del consumo de drogas pero que demandan información para el cuidado de su salud física y mental y no desean abandonar el consumo.
  • Reconocemos que la población consumidora se preocupa e interesa en la protección de su salud. Es por ello que agradece, y es de derecho aportarles, la información y pautas para un consumo de menor riesgo (cómo gestionar el consumo, qué pautas de dosificación seguir o cuáles son las vías de administración menos riesgosas para usar drogas). Se trata de una información muy relevante para reducir el riesgo y que habitualmente no está disponible o al alcance de la persona que quiere consumir.
  • La reducción de riesgos no se limita a las acciones sobre el consumo de drogas como brindar información objetiva y útil para la protección de la salud de las personas que usan drogas, realizar análisis de sustancias, generar alertas tempranas, contar con zonas de recuperación, etc. También implica la reglamentación de los espectáculos, de los servicios de atención sanitaria en las fiestas, del control del aforo, del acceso a hidratación y alimentación, la actualización en conocimientos del sector salud, la actualización normativa, el involucramiento de lo/as empresario/as de los espectáculos, entre otros aspectos.
  • Dado que las drogas están en manos de un mercado ilegal que busca su beneficio a través del fraude al consumidor/a, entendemos que los servicios de análisis son posibles y necesarios en el marco de políticas de drogas con un enfoque de Salud Pública para que la persona pueda contar con una orientación sobre la composición de las drogas que va a tomar y que esa información le sirva para adoptar las precauciones necesarias. La puesta en marcha de estos servicios requiere de la suma de voluntades de Administraciones, ONG y sector ocio.
  • También consideramos que los servicios de análisis de sustancias presentan ventajas añadidas como son la posibilidad de una monitorización del mercado ilegal a nivel de usuario/a, la construcción de una relación de confianza con la persona usuaria que permita la recuperación de la credibilidad en las instituciones que trabajan en el ámbito de las drogas y el fortalecimiento de la red de atención en casos de emergencia.
  • Asimismo, queremos destacar el carácter comunitario de los programas de reducción de riesgos que no sólo buscan y consiguen la implicación de las propias personas consumidoras de drogas, sino que también implican a profesionales de diferentes ámbitos en un objetivo común: la atención a personas usuarias de drogas.
  • Quienes desarrollamos programas de reducción de daños somos conscientes de que no somos la única solución, que nuestras acciones vienen después de las acciones de prevención del consumo de drogas con énfasis en la infancia y adolescencia, y que se desarrollan antes de que tenga que llegar un tratamiento especializado para personas que tienen problemas con el consumo. Somos conscientes de que llegamos un pequeño grupo de personas en la sociedad, que es el que consume drogas, pero también estamos seguros que somos los que llegamos al mayor número de personas usuarias.
  • La mayoría de los proyectos en reducción de riesgos y daños han surgido de la motivación y el impuso de la sociedad civil para con el tiempo ser reconocidos, apoyados y articulados con la institucionalidad pública. En esa misma medida deben continuar con su enfoque de base comunitaria y deben contar con mayor apoyo financiero y técnico permanente para el desarrollo y mejoramiento de los servicios que prestan.

Lamentando los sucesos ocurridos en Argentina, entendemos seria momento para iniciar un debate constructivo y avanzar en políticas de salud pública, que partiendo de un conocimiento de la realidad de los consumos de drogas se establezcan alianzas con organizaciones de la sociedad civil y con el sector para mejorar la seguridad de los eventos y minimizar riesgos vinculados al consumo de drogas.

20 de mayo de 2016

Crew 2000 Scotland www.crew2000.org.uk 1992 1CrewLogo
Modus Vivendi Belgium www.modusvivendi-be.org 1993  2ModusVivendiLogo
Hegoak Spain www.hegoak.org/ 1994  3HegoakLogo
Drug Scouts Germany drugscouts.de 1996 4DrugScoutsLogo
Unity Netherlands www.unity.nl 1996  5UnityLogo
GRIP Montréal Canada gripmontreal.org 1997 GripLogo
Energy Control (ABD) Spain www.energycontrol.org 1997  7EnergyControlLogo
CheckIT! Austria http://www.checkyourdrugs.at 1997  8CheckItLogo
DanceSafe EEUU http://www.dancesafe.org 1998

9DanceSafeLogo

Ailaket Spain www.ailaket.com 1998  10AilaketLogo
Drogart Slovenia www.drogart.org 1999  11DrogArtLogo
4motion Luxembourg http://4motion.lu 2002
PSF Italy www.psicologisenzafrontiere.org 2004  13PSFLogo
Contact Netz, Foundation for Addiction Care Switzerland http://www.contactnetz.ch 2004 14COntactLogo
Safer Clubbing Switzerland www.saferclubbing.ch 2005  16SaberClubbingLogo
Safer Nightlife Switzerland Switzerland http://www.infodrog.ch/nightlife-aktivitaeten.html

 

2006  17SNSLogo
CHECK!N Portugal http://checkin-freemind.com 2006  18CheckInLogo
Espolea México www.espolea.org 2006  LOGO-texto alta (1)
ARSU Festa Spain http://festa.arsu.es 2008 20ArsuLogo
Kosmicare United Kingdom www.kosmicareuk.org 2009 21KosmicareLogo
Échele Cabeza (ATS) Colombia www.echelecabeza.com 2010 logo
Party + European Network www.partyplus.eu 2011  23PartyLogo
Legal-high-inhaltsstoffe Germany www.legal-high-inhaltsstoffe.de 2011 24LegalHighLogo
Respire Redução de Riscos e Danos Brasil http://edelei.org/post/28-Projeto-ResPire 2011  25RespireLogo
Safer Dance Swiss Swiss http://de.saferdanceswiss.ch 2011  26SaferDanceLogo
NEWNet European Network www.safernightlife.org 2013  27NewNetLogo
Programa de Análisis de Sustancias (PAS) México 2014  28PASLogo
ReverdeSer Colectivo México reverdeser.wordpress.com 2015  Logo Reverdeser Vector 2
Karmik Canada http://www.karmik.ca  29KarkikLogo
ACT Investigation of Novel Substances (ACTINOS) Australia http://www.harmreductionaustralia.org.au/david-caldicott/ 2016  30ACTLogo

Foto: Intercambios, Asociación Civil para el estudio y atención de problemas relacionados con las drogas

LAS APLICACIONES QUE PUEDES DARLE A LA MARIHUANA APLICADO DIRECTAMENTE SOBRE TU PIEL

Todos conocemos las formas habituales de consumir marihuana: fumada, vaporizada, comida, etc.. Sin embargo, cada vez hay más usuarios que la utilizan en tópicos directamente sobre la piel.

Existen muchas maneras de aplicar la marihuana en la piel: fricciones con alcohol, lociones, lubricantes, cremas, bálsamos, aceites, aerosoles, etc.. Son muy fáciles de utilizar y permiten aplicar CBD sobre zonas del cuerpo afectadas por el dolor. El cannabidiol (CBD) provoca un efecto sedativo en la mayoría de los casos e inhibe la transmisión de señales nerviosas asociadas al dolor.

Cualquier persona que busque un alivio en su condición médica puede beneficiarse de los tópicos de marihuana terapéutica, que además de no producir efectos psicoactivos, ofrecen una forma no adictiva de alivio del dolor.

Veamos a continuación algunas condiciones médicas donde son efectivos:

Dolor e inflamación

Si usted padece dolor e inflamación articular provocados por artritis reumatoide, la aplicación de tópicos calmantes en las zonas afectadas puede ayudar a aliviar el malestar y promover la circulación. De hecho, muchos tipos de dolor crónico, incluyendo la neuropatía diabética han mostrado claras mejoras.

Problemas en la piel

Eczemas, psoriasis, erupciones cutáneas o quemaduras pueden ser tratados con tópicos de cannabis que sanan y nutren las células de la piel. Incluso en heridas y contusiones se ha demostrado que da buenos resultados. Recomendamos tener precaución al utilizarlo en heridas abiertas.

Lesiones musculares

Lesiones deportivas, dolor de espalda, dolor muscular, tensión,.. pueden beneficiarse del efecto de los tópicos de cannabis al penetrar profundamente en el músculo. De hecho, son una herramienta muy eficaz en todo tipo de masajes.

Hay muchas ventajas en la aplicación cutánea de la marihuana: proporciona un alivio rápido, es fácil de aplicar y no proporciona el efecto psicotrópico asociado al cannabis. Sin duda, un tratamiento para mejorar la calidad de vida de los usarios.

CRÉDITOS DEL ARTÍCULO

Web: Thegreennotes

Fuente original: http://www.thegreennotes.es/mas-que-un-grow/cannabis-medicinal/aplicaci%C3%B3n-t%C3%B3pica-del-cannabis-medicinal

Fuente de la Imagen: thegreennotes.es

Tomado de: http://growlandia.com/marihuana/las-aplicaciones-que-puedes-darle-a-la-marihuana-aplicado-directamente-sobre-tu-piel/

Foco en la Variedad de Cannabis: Mexican Sativa de Sensi Seeds

Mexican Sativa 101

Nuestra Mexican Sativa es, a día de hoy, una de las variedades más valoradas de Sensi Seeds y ¡muchos cultivadores quieren que adorne sus jardines cada año! Conocida por ser una excelente variedad de cannabis de exterior, que además de ser resistente a las plagas y a los hongos, apenas requiere mantenimiento. Su corto periodo de floración (¡7-8 semanas!) garantiza una cosecha gratificante de cogollos con aroma a hachís y con un sabor a sándalo que hace la boca agua.

Cultivando Mexican Sativa de Sensi Seeds

Foco en la Variedad de Cannabis: Mexican Sativa de Sensi Seeds - Foco en la Variedad de Cannabis: Mexican Sativa de Sensi Seeds

Después de leer la página de nuestra Mexican Sativa, verás que sus parentales explican, en parte, la increíble facilidad con la que se puede cultivar. Mientras que su genética original abarca, de forma perfecta, la gama de aromas y sabores que uno espera de una variedad con este nombre, Sensi Seeds añade un toque de Durban y de una planta de hachís pakistaní de floración rápida con el fin de reducir el tiempo de floración. Todo esto la convierte en una planta robusta, resistente y rápida que, sin duda, será una de las preciosidades de tu espacio de cultivo de exterior.

Mexican Sativa posee tres de los fenotipos más comunes, un fenotipo con dominancia indica y dos con dominancia sativa. Por la parte sativa, uno de los fenotipos presenta un crecimiento más lento y una planta más baja que con los otros dos patrones. En cualquier caso, todos van a proporcionar una producción generosa, incluso en interior.

“El rendimiento fue muy bueno, fácilmente ¡el doble de la producción media que con cualquier otra variedad que haya cultivado en interior!” – por Dirk, sensiseeds.com [x]

Pero mientras que Mexican Sativa crece con fuerza en interior en las manos de cualquier jardinero cuidadoso, su productividad es, sin duda, impresionante en exterior, incluso en condiciones adversas.

Foco en la Variedad de Cannabis: Mexican Sativa de Sensi Seeds - Foco en la Variedad de Cannabis: Mexican Sativa de Sensi Seeds

Los últimos 5 años he tenido diferentes cultivos de interior y exterior. Siempre sativas dominantes. Mexican Sativa es la más barata, pero es la que prefiero fumar. Si se cultiva en exterior en Escandinavia, habría que cosecharla antes de que las temperaturas bajen de los 0° C.”- por robin padilla, sensiseeds.com [x]

Igualita que la descripción de la variedad de Sensi Seeds. Muy fácil para los principiantes, fácil de cultivar, y produce cogollos enormes para la cosecha. Estas señoritas alcanzan un gran tamaño, por lo que sería recomendable atarlas hacia abajo para que no cojan la forma de un árbol de Navidad, y para permitir que se llenen de ramas laterales.”- por GrowIt, seedfinder.eu [x]

Saboreando Mexican Sativa de Sensi Seeds

Foco en la Variedad de Cannabis: Mexican Sativa de Sensi Seeds - Foco en la Variedad de Cannabis: Mexican Sativa de Sensi Seeds

Muchos dicen que Mexican Sativa es una ¡verdadera representante del país del que ha tomado el nombre! Su sabor es terroso, amaderado, con un aroma distintivo a sándalo y sutiles toques de cítricos o frutas, dependiendo de a quién se le pregunte.

El sabor es afrutado, con muchos toques de cítricos, un viaje muy agradable sin sueño y [incluso] un gran estado de alerta, sin dolores de cabeza. ¡La recomiendo ampliamente! “- por The one and only, sensiseeds.com [x]

El efecto de Mexican Sativa es un efecto cerebral, mezclado con sensaciones corporales suaves y relajantes. Los principiantes curiosos, así como los consumidores de marihuana experimentados, apreciarán no sólo las cualidades clásicas de la variedad aportadas por su conjunto, muy especial, de sabores, ¡sino también la subida, sorprendentemente estimulante, que proporciona!

Esta variedad es una Sativa ¡genial y extraordinaria! Me encanta jugar al fútbol, y gracias a Mexican Sativa, ¡en el campo abundan la audacia y la creatividad!”- por giardinierepaolo, sensiseeds.com [x]

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El uso medicinal de la mariguana: un via crucis legal en México

Por: Jorge E. Linares Salgado (@jelinares)

Hace unas semanas nos enteramos del caso de Graciela Elizalde, una niña de 8 años que sufre una enfermedad neurológica que le provoca intensas e incontenibles crisis epilépticas. Al haber probado ya sin éxito todos los fármacos convencionales para combatir los efectos de la enfermedad, su médico tratante sugirió el uso de un medicamento experimental a base delcannabidiol (CBD), una de las sustancias de la mariguana, pero que no contienetetrahidrocannabinol (THC), que es el compuesto que provoca los efectos psicoactivos. El problema al que ha tenido que enfrentarse la familia de Graciela es que la mariguana, siendo una planta prohibida por la Ley General de Salud en México, no puede ser importada más que con un permiso especial que tiene que conceder la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). Cualquier médico que recete algún medicamente derivado de la mariguana estaría cometiendo un delito federal.

Una niña de Monterrey será la primera que consumirá legalmente marihuana en México. // Foto: AFP

Los padres de Graciela han tenido que librar por ello una batalla legal para conseguir el permiso, pues de lo contrario se arriesgarían a ser detenidos por narcotráfico si hubieran comprado el medicamento en Estados Unidos y lo hubieran introducido directamente. Se trata de una lucha para que Graciela sea la primera paciente en México que utilice de manera regulada un derivado de mariguana para fines medicinales. El 1 de septiembre pasado, un juez autorizó a los padres de Graciela la importación del medicamento mediante una solicitud de amparo. Sin embargo, el Consejo de Salubridad General impugnó la resolución bajo el argumento de que no existe “evidencia científica” que lo justifique. Asimismo, la PGR también interpuso recursos de revisión a la suspensión del juez para echar abajo dicho amparo. El abogado de la familia denunció que los funcionarios del Estado “están jugando un doble discurso: frente a los medios ofrecen apoyo, pero en tribunales están haciendo todo lo contrario.” (El Universal, 9 de septiembre). Como si lo que temiera la PGR es que se inicie un proceso para despenalizar los usos medicinales derivados de esta planta, y posteriormente se avance socialmente hacia la despenalización del consumo no medicinal.

Al parecer, la COFEPRIS autorizó en días pasados la importación de Estados Unidos del medicamento a base de cannabidiol. Según El Universal, Raúl Elizalde, el padre de la niña, se reunió con Mikel Arriola, presidente de la COFEPRIS, quien le comunicó que eso era posible apelando al artículo 132 del Reglamento de Insumos para la Salud, que establece la autorización de medicamentos que se encuentran en “fase experimental” y no tienen registro en México. Con ese recurso legal, sería factible también para muchas otras personas la importación y uso de medicamentos derivados de la mariguana. Pero quizá cada una de ellas tendrá que vivir el mismo via crucis legal.

El problema bioético de este caso no es si el medicamento será efectivo o no, o bien si conlleva riesgos para la salud de la niña, pues la evidencia empírica en otros casos similares de tratamientos en EE.UU. demuestra que sí es efectivo y sin efectos riesgosos; así que no había tal “falta de evidencia”. El absurdo de este caso, la concesión de un permiso extraordinario mediante un amparo judicial, deriva de la prohibición sobre toda una planta y para cualquier uso porque tiene otros usos “psicoactivos”; es decir, se basa en el prejuicio y el moralismo de doble cara del Estado mexicano, omiso en casi todo lo que debería regular y prohibir (comenzando por el narcotráfico en gran escala), pero que no permite que se empleen en fase experimental medicamentos derivados del cannabidiol. Las leyes mexicanas prohíben el uso de una planta por considerarla muy peligrosa, pero sin ninguna evidencia científica del daño real o no que sufren sus usuarios; se trata por tanto de una prohibición arbitraria que debería eliminarse, pues atenta contra las libertades básicas de los ciudadanos. Así es, poca evidencia científica se ha logrado acumular sobre los efectos del uso lúdico y/o medicinal de la mariguana, debido a que es una sustancia “prohibida”.

mariguana prohibida

No tiene sentido que la prohibición del comercio de sustancias psicoactivas impida el uso medicinal o no de los derivados naturales de plantas consideradas como “drogas peligrosas”. No es que la mariguana sea inocua (nadie lo ha sostenido con seriedad), pero tampoco se ha demostrado que fumarla habitualmente daña la salud (esto dependerá de las dosis diarias y de la respuesta neurofisiológica de cada persona); no obstante, los componentes de la mariguana en otras presentaciones han sido de utilidad desde hace mucho tiempo en el tratamiento de distintos padecimientos como el glaucoma, la artritis y la esclerosis. Así es que su uso medicinal es similar al de muchas otras plantas, como la sábila o la mejorana, y no se ha tenido que demostrar científicamente su eficacia para “despenalizarlas” o no prohibirlas. La única diferencia es que una parte de la mariguana tiene capacidad psicoactiva.

Ya es tiempo de que el Estado mexicano, específicamente el Congreso de la Unión, revise a fondo el tema de la fallida guerra contra las drogas y se tome en serio la posibilidad de permitir y regular adecuadamente el uso medicinal de, al menos, la planta de la mariguana (cannabis sativa), como primer paso para la plena despenalización del consumo y, por tanto, producción y comercio de drogas psicoactivas, en un marco regulado por una ley. Lo que debería suceder como resultado de una despenalización programada, es un modelo de control, registro, regulación y supervisión de la producción, venta y monitoreo de consumo. Sólo así es posible estudiar con detenimiento los efectos reales de esta planta y comprobar o no, de una vez, sus posibilidades medicinales, así como indagar pertinentemente sobre los efectos dañinos en el consumo habitual en dosis altas.

De este modo, es tiempo de que en México se debata abiertamente con madurez y objetividad sobre la despenalización de las drogas psicoactivas, comenzando con la mariguana. Aunque es la más consumida entre las drogas ilícitas, no tenemos un grave problema de adicción a la mariguana, según la Encuesta nacional de “adicciones” de CONADIC (que no es propiamente sobre adicciones, sino de promedios y tendencias de consumo general en la sociedad). Por lo demás, se ha repetido hasta el cansancio que el problema mayor de la prohibición legal de las drogas psicoactivas, con excepción del alcohol, es el mercado negro y el tráfico ilegal que promueven, así como la violencia desatada del crimen organizado en esta “guerra contra las drogas”, pero no el producto en sí mismo, que como en el caso de la mariguana, si se despenalizara, podría ser bien regulada en su producción y venta mediante un esquema de comercio legal, así como de supervisión y monitoreo de venta y consumo, con lotes identificables de cada producción, para rastrear los problemas que ocasione a los consumidores.

  • Jorge E. Linares Salgado, Programa Universitario de Bioética UNAM (@bioeticaunam)

Fuente: http://www.animalpolitico.com/blogueros-una-vida-examinada-reflexiones-bioeticas/2015/09/30/el-uso-medicinal-de-la-mariguana-un-via-crucis-legal-en-mexico/

Zara Snapp y su «Diccionario de drogas»

“Para todo mal, mezcal, y para todo bien, también”.  Con esta frase anónima, pero mítica entre los mexicanos que gustan beber el destilado del agave y que en la actualidad México exporta a 27 países, la autora veracruzana Zara Snapp, con maestría en Políticas Públicas por la Universidad de Harvard, da inicio a su sencillo pero utilísimo Diccionario de drogas que acaba de publicar Ediciones B (México, 157 pp.), con prólogo del escritor Guillermo Fadanelli.

Dividido en dos partes, “Drogas legales” y “Drogas ilegales”, el libro de Snapp, licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad de Colorado y colaboradora en temas de manejo de estupefacientes e incidencia internacional de la Comisión Global de Políticas de Drogas, hace un repaso del vínculo de México con sus alcoholes tradicionales, el pulque, el mezcal y el tequila, para luego detenerse en estimulantes igualmente permitidos como la nicotina, la cafeína y el cholocate, además de los sedantes Diazepan y Valium, y los inhalables tóxicos como solventes, pegamentos y nitritos.

En la segunda parte, dedicada a las drogas ilegales, Snapp, quien también es miembro del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, aborda la historia, características y efectos de la mariguana, el MDMA o éxtasis; los alucinógenos como los hongos, la mezcalina y el LSD; los opiáceos, como la codeína, la morfina y la heroína, y otros estimulantes como la cocaína, la anfetamina y la metanfetamina.

En el libro, que recomendamos en especial a padres con hijos adolescentes, la joven experta familiariza al lector con el origen y el efecto de los alcoholes permitidos, así como de qué manera y en qué condiciones ingerirlos.

Respecto de la nicotina, Snapp cita a la Asociación del Corazón de EU según la cual el tabaquismo es una de las dependencias más difíciles ya que las características farmacológicas y conductuales que conlleva son muy similares a las de la heroína (morfina diacetate), proveniente de la planta conocida como adormidera, amapola u opio.

Recuerda Snapp que aunque Afganistán y Burna son los dos países que producen la mayor parte de la heroína al nivel global desde 1886, México ha generado cultivos de amapola en Sonora, Guerrero, Nuevo León y Chihuahua. De hecho, la mayor parte de la heroína que se consume en EU proviene hoy en día de México, convertido en el tercer país productor de amapola para uso ilegal en el mundo. (Cabe destacar —decimos nosotros— la vinculación que ha hecho la prensa de México entre la muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la disputa en Guerrero de las rutas de la heroína).

Sobre la cocaína, “que es la manera que tiene Dios para decirte que estás ganando demasiado dinero”, según el recientemente fallecido actor Robin Williams, citado por Snapp–, el mayor problema, advierte la autora, es la alta probabilidad de que sea adulterada. Proveniente de la hoja de coca, planta milenaria de Sudamérica (Bolivia, Colombia, Perú), su masticado en estado natural o como infusión tiene nutrientes muy importantes, además de alcaloides que dan energía y ayudan con los problemas de altitud. (Por ello —apuntamos de nuevo nosotros—, el gobierno de Bolivia acaba de anunciar que en julio recibirá al papa Francisco en el aeropuerto capitalino de El Alto, a cuatro mil metros de altitud, con “un té de hoja de coca” para prevenir cualquier incidente a causa de la altura).

La tiranía del espacio puede ser tan dañina como una droga más utilizada, sobre lo cual también es muy útil el Diccionario…  que habla de las contraindicaciones de los estimulantes y qué hacer en caso de sobredosis, según el producto ingerido.

Solo añadiremos que la mariguana —que ocupa casi 10 páginas del libro y que al decir del célebre Woody Allen “causa amnesia… y otras cosas que no recuerdo”— es la sustancia ilícita más utilizada en el mundo, con un estimado de 147 millones de personas que la usan anualmente y 22.5 millones de usuarios al día al nivel global.

El libro, escrito con tino,  conocimiento y precisión, incluye además puntadas como estas: “La diferencia entre un veneno, una medicina y un narcótico es solo la dosis” (Albert Hofmann) o “El mal uso de las drogas no es una enfermedad, es una decisión, como pararte enfrente de un coche en movimiento. Podrías llamarlo un error de juicio” (Philip K. Dick).

Fuente: Milenio- http://www.milenio.com/firmas/irene_selser/Zara-Snapp-Diccionario-drogas_18_531726830.html

Fuente de la imagen: http://zarasnapp.com/?page_id=2

El café, una sustancia lícita muy conocida

 Las «drogas legales» no son menos problemáticas que las «ilegales» pero nos permiten pensar sobre el mundo más allá de la autorización estatal y su represión.

Es probable que tomes café en tu vida diaria, que lo hagas rutinaria o esporádicamente y que prefieras tomarlo en papel, barro o vidrio; frío o caliente. El café es extremadamente útil y bien aprovechado, tiene la posibilidad de facilitar conversaciones y hacer llevaderas jornadas agotadoras. Probablemente su efecto más conocido sea que ayuda a mantener la mente despierta, aunque sus riesgos gástricos y para corazones débiles nos son repetidos hasta el cansancio.

El café se consume en casi todo el mundo pero no sólo de estas maneras. Hay gente que utiliza analgésicos cafeinados para combatir el sueño o para combatir el dolor, pero también hay quienes aprovechan que el ácido acetilsalicílico combinado con cafeina es más efectivo para los dolores relacionados al sistema nervioso (neuralgias).

En general sabemos llamar de maneras distintas a varias infusiones de café diferentes de acuerdo a las opciones que los gringos les aprendieron a los italianos durante sus intromisiones europeas porque luego los primeros le explicaron al mundo que el café se toma de cierto modo y se nombra de cierta manera. El café suele estar ligado a la hospitalidad, como el té y otras bebidas, porque es reconfortabte y nos ayuda a realizar las actividades que nos esperan. Esto es particularmente importante en algunos espacios del mundo musulman que hoy está siendo arrazado en pos de un brevaje más obscuro y denso.

En México sabemos tomar café como gringos y también a nuestro modo, como lo hacen varias culturas del mundo que tanto localizamos en los productos que nos llegan como participes de su globalización. La glocalidad del café es una historia de sufrimento y muerte como lo son la de la mayoría de las «comodities» legales o ilegales porque la voracidad arrastra sangre y vidas con los productos que acapara.

¿De dónde viene tu grano? ¿México? ¿Melanesia? ¿Colombia? ¿Costa de Marfil?

Donde crece café corre la sangre y no tiene nada que ver con el café (como, tampoco con la coca, las amapolas o la ganjah) tiene que ver con que desde hace siglos hay un grupo de gente que se considera con el derecho a venir a nuestras casas y robarse todo lo que le interese (aquello que quieren comprar sus avariciosos consumidores) con la simple lógica de «o me lo das y te mato o te mato y te lo quito».

Afortunadamente la cafeina y el café tienen mejor reputación que la mayoría de las sustancias que trabajan con nuestras neuronas (quizás porque nos hace más rentables a la explotación) pero esto y que su saqueo sea igual de sanguinario nos permite argumentar que el problema no son las sustancias si no su comercialización rampante.

¿Qué es el cannabis medicinal?

Un cultivo medicinal de Shiva Shanti, una potente variedad de Cannabis indica.

El cannabis medicinal, también conocido como mariguana médica y medi-wiet, es el cannabis que tiene el fin de tratar o aliviar un síntoma, una dolencia o una enfermedad en lugar de propósitos recreativos o espirituales. Todo cannabis que contenga una cantidad efectiva de cannabinoides activos (es decir, que no sea cáñamo industrial) puede considerarse cannabis medicinal si se usa para dicho propósito.

La historia del uso de la mariguana medicinal se remonta a las fases primigenias de la medicina y la farmacología, cuando los humanos empezaron a usar deliberadamente las plantas por sus efectos sobre el cuerpo en lugar de como fuente de alimento. La primera mención de que hay constancia del uso del cannabis en un contexto médico procede de la Shennong pên Ts’ao ching (la Gran [enciclopedia] Herbal del Emperador Shennong), uno de los primeros textos de la medicina herbal que data del 2700 a. C.

El cannabis siguió siendo parte esencial de incontables medicamentos, desde el jarabe para la tos hasta los preparados digestivos, desde los analgésicos hasta los parches para callos. Después de los opiáceos, el cannabis era el extracto medicinal de plantas más recetado, hasta que fue prohibido en muchas zonas del mundo durante la década de los treinta.

Afortunadamente, el redescubrimiento en décadas recientes de las ventajas naturales de la marihuana como medicina ha conducido a un resurgimiento en su utilización. En la actualidad, la mayoría de pacientes optan por medicarse utilizando el cannabis en su forma natural, en lugar de concentrado o en versiones sintéticas. El cannabis herbal y sus extractos pueden permitir un mayor control y una mejor determinación de la dosis, y también pueden aportar un repertorio más extenso de cannabinoides, muchos de los cuales parecen tener interacciones beneficiosas al ser administrados a la vez.

Conoce diversas especies de cannabis medicinal en https://sensiseeds.com/es/medicinal

FUENTE: Sensi Seeds- http://sensiseeds.com/es/blog/sobre-sensi-seeds/sensi-seeds-y-el-cannabis-medical/que-es-el-cannabis-medicinal/

¿Cómo ayuda la mariguana en los tratamientos para cáncer?

El cáncer es una de las enfermedades que más muertes causa a nivel global y cuya cura no ha sido encontrada y aunque existen formas de tratamiento, ninguna de ellas garantiza la cura permanente. Una de las recomendaciones que se dan de voz en voz y de manera semi-clandestina por doctores, familiares y conocidos en los tratamientos para cáncer, es usar mariguana. Pero,¿cómo se utiliza y por qué sirve?

Hasta donde he investigado, hay tres principales razones para recomendar el uso de cannabis frente al cáncer y/o los tratamientos para el cáncer, y tienen diferentes fundamentos: algunos se basan en usos y costumbres, es decir formas prácticas de experimentación que han mostrado utilidad en casos concretos, y otras tienen fundamento científico y se han construido a partir de árduas y rigurosas investigaciones en centros médicos y universidades de diversos países.

Las tres grandes líneas del uso medicinal de la mariguana en relación al cáncer son: para disminuir los dolores provocados por los tumores, para disminuir las náuseas y el vómito y la más importante (y menos reconocida a los ojos de la opinión pública) es que en los estudios realizados hasta ahora ha mostrado capacidades anti-tumorales, es decir, ayuda a frenar el crecimiento y disminuir el tamaño y número de los tumores en el organismo. Lo que hoy me ocupa es la importancia de la cannabis como apoyo para los tratamientos tradicionales para hacer frente al cáncer, a partir de su efecto antiemético, que quiere decir que inhibe el vómio o la náusea.

Uno de los efectos más conocidos de los tratamientos para cáncer, son las náuseas y vómitos que provocan la radioterapia y la quimioterapia. Estos son tratamientos que, mediante radiación o con químicos inyectados en el organismo, atacan a las células del cuerpo buscando atacar principalmente a las células que han «olvidado» la función de «muerte natural» y se siguen reproduciendo sin mucho sentido y sin cumplir alguna función benéfica para el organismo. Desafortunadamente, la quimio y radioterapia no alcanzan a focalizar su actuación sólo en estas células provocando daños también en otros organismos dentro del cuerpo, y exigiendo un gran uso de energía y del sistema inmune que agotan al cuerpo provocando vómitos y náuseas. Al mismo tiempo estas náuseas y vómito provocan que las personas en tratamiento no puedan comer, y por lo tanto, es difícil cumplir con el gasto de energía que exige este tratamiento.

En este sentido hay dos grandes bondades del uso de cannabis como apoyo en el tratamiento anticancerígeno y que se conjugan en fomentar la habilidad y el antojo de comer en las personas que se encuentran en tratamiento. Por un lado está el efecto antiemético de la cannabis, es decir, que reduce las náuseas y en consecuencia el vómito producido por los tratamientos. Esto permite que el cuerpo asimile de mejor manera los tratamientos y la ausencia de las arcadas y el proceso vomitivo ayuda a ahorrar energía y disminuir el cansancio en pacientes, lo que ayuda a que el cuerpo se mantenga con la fuerza necesaria para aguantar el tratamiento y combatir la enfermedad.

Por otro lado, un efecto ampliamente conocido y difundido de la cannabis y que tiene un gran impacto en los pacientes, es el famosísimo «monchis» que se traduce en un apetito casi insaciable cuando la persona está bajo los efectos de la planta. El «monchis» ha sido adoptado por la «cultura pacheca» y casi siempre es mostrado por las películas y series en las que alguien fuma mota, y es uno de los efectos más parodiados y famosos de la mariguana. A pesar de ser objeto de comedias y sátiras, este efecto en el cuerpo ha sido explicado por diversas investigaciones científicas y juega un papel fundamenta junto con el efecto antiemético para los y las pacientes. Como ya lo mencioné una de las cosas más duras del tratamiento son las náuseas y el vómito, que además de gastar energía y debilitar al organismo, generan también una falta de apetito que no permite a la persona contar con la energía y los elementos nutritivos necesarios para enfrentar el proceso de tratamiento. Así, el «monchis» junto con el efecto antiemético ayuda a que la persona que está bajo tratamiento:
1. Deje de vomitar y padecer las náuseas.
2. Se pueda alimentar adecuadamente.

Esto es un conjunto de efectos que permiten a las y los pacientes de cáncer enfrentar la enfermedad y los tratamientos con un cuerpo menos desgastado y mucho mejor nutrido, lo que fortalece al cuerpo en general y al sistema inmune. Vale la pena aclarar que no esperamos que el uso de la planta sea completamente inocuo al organismo, por lo que recomendamos algunas estrategias de reducción de riesgos para el uso médico de la planta, ya que el cuerpo puede estar especialmente sensible. En todos los casos se recomienda usar dósis pequeñas en primera instancia e ir evaluando si se necesita aumentar dósis:

  1. Usar en vaporizador: Los vaporizadores son aparatos electrónicos que mediante resistencias llevan a la planta a una temperatura ligeramente por debajo de la temperatura de combustión por lo que los aceites esenciales en los que se encuentran los diferentes cannabinoides se evaporan, sin generar dióxido de carbono y demás moléculas contenidas en el humo que pueden ser dañinas para el organismo. Además el vapor es mucho menos dañino para la boca, garganta y pulmones que el humo caliente.
  2. Usar en bong o pipa de agua (preferentemente con hielo): Por un lado, el agua ayuda a enfriar el humo y por el otro funciona como filtro en el cual se absorben varios elementos presentes en el humo. Igual que con el vaporizador, el enfriamiento es conveniente para vías respiratorias y el filtro de agua para el humo ayuda a «limpiar» lo que entra al organismo.

  1. Usar en pipas de vidrio o piedra: Las pipas de madera y metal, igual que los «porros» enrrollados en papel, liberan una gran cantidad de partículas contaminantes propias del material que pueden ser dañinas para el organismo, mucho más que la mariguana misma. (Además hay pipas de vidrio bien bonitas)

  1. Usar en alimentos preparados: la cannabis libera sus componentes esenciales a temperaturas elevadas y en medios grasos, por lo que para prepararla es necesario utilizar aceite o mantequilla. Existen muchas recetas y la mayoría están disponibles en internet, sin embargo, debido al proceso digestivo es más difícil manejar las dósis y los efectos son más tardados por lo que la mayoría de los pacientes prefiere vaporizar o usar el bong, debido a la inmediatez de los efectos.

Además de esto valdría la pena promover e investigar más sobre las propiedas antitumorales, que las mayores investigaciones no han podido concluir nada a fondo, pues son restringidas en los números de muestra que pueden usar y en las capacidades de investigación por la prohibición no sólo del uso de la planta, sino también de su investigación con fines científicos. Para ReverdeSer, los pacientes a quienes se les impide el acceso a plantas con propiedades medicinales, como la mariguana, tambien son víctimas de la prohibición y la guerra contra las drogas.

¿Sabes qué son los Cannabinoides y el sistema endocannabinoide?

Por: MANUEL GUZMÁN(1)

La marihuana (Cannabis sativa L.) se ha empleado tanto médica como recreativamente desde hace muchos siglos. Hoy en día sabemos que sus componentes activos (los cannabinoides) actúan en el organismo a través de receptores específicos (los receptores cannabinoides) que son activados normalmente por moléculas endógenas (los endocannabinoides) y regulan críticamente la neurotransmisión en numerosas regiones del sistema nervioso central. Estos hallazgos han contribuido a un renacimiento del estudio de las posibles aplicaciones terapéuticas de los cannabinoides, lo que constituye hoy día un tema de amplio debate científico, clínico y social.

Cannabinoides y endocannabinoides

La marihuana (Cannabis sativa L.) es la droga ilegal más ampliamente consumida en Occidente. Químicamente hablando se trata de la única especie del Reino Vegetal que, por lo que hoy en día sabemos, produce “cannabinoides”, una familia de moléculas de la cual ya conocemos casi un centenar de representantes diferentes. Aunque no se han estudiado con detalle las propiedades farmacológicas de la mayoría de estos compuestos, está ampliamente aceptado que el D9-tetrahidrocannabinol (THC) es el más importante debido tanto a su alta abundancia en la planta como a su elevada potencia de acción. Otros cannabinoides, como el cannabinol y el cannabidiol, pueden aparecer así mismo en niveles significativos en la planta y sus preparados, pero su potencia de acción es claramente más reducida que la del THC.

Desde hace aproximadamente 20 años sabemos que el THC ejerce una gran variedad de efectosDesde hace aproximadamente 20 años sabemos que el THC ejerce una gran variedad de efectos, tanto en el sistema nervioso central como en distintas localizaciones periféricas, debido a que es similar a una familia de moléculas producidas por nuestro organismo y cuya acción por tanto mimetiza. Estas moléculas se denominan por ello “cannabinoides endógenos” o “endocannabinoides”, y, químicamente hablando, se trata de una familia más de derivados bioactivos del ácido araquidónico, el cual se emplea como precursor para la generación de un gran número de mensajeros químicos en nuestro organismo. En concreto, los endocannabinoides comprenden dos compuestos de naturaleza eicosanoide: por un lado, la N-araquidoniletanolamina (AEA), esto es, la amida del ácido araquidónico y la etanolamina (generalmente conocida como “anandamida”, con el sufijo “amida”, que denota el enlace químico característico de la molécula, y el prefijo sánscrito “ananda”, que significa “embeleso” o “placer interno”, en alusión a los efectos que produce ingerir marihuana). Por otro lado, el 2-araquidonilglicerol (2-AG), esto es, el éster del ácido araquidónico y el grupo hidroxilo en posición sn-2 del glicerol.

Receptores cannabinoides

Los cannabinoides de C. sativa actúan pues en el organismo a través de las mismas dianas moleculares que los cannabinoides endógenos. Se trata de receptores específicos localizados en la membrana plasmática de nuestras células y que se denominan “receptores cannabinoides” (abreviadamente receptores CB), de los cuales existen hoy en día dos tipos bien caracterizados molecular y funcionalmente hablando: el receptor cannabinoide de tipo 1, o receptor CB1, y el receptor cannabinoide de tipo 2, o receptor CB2. Es posible no obstante que existan en el organismo otros receptores, como algunos receptores acoplados a proteínas G aún huérfanos (por ejemplo, GPR55) o algunos canales iónicos (por ejemplo, TRPV1), que medien algunas de las acciones de los (endo)cannabinoides.

Los receptores cannabinoides pertenecen a la principal superfamilia de receptores del organismo, los receptores acoplados a proteínas G, y señalizan principalmente a través de proteínas Gi. Así, los receptores cannabinoides modulan rutas de señalización intracelular de gran importancia como la clásica vía de la adenilil ciclasa-cAMP-proteína quinasa A y, como veremos más adelante, afectan también a la conductancia de algunos canales de Ca2+ y K+. Además, nuestro grupo ha contribuido a caracterizar el acoplamiento de los receptores CB1 y CB2 a otras rutas de comunicación intracelular como la vía de la fosfatidilinositol 3-quinasa/Akt, la cascada de proteína quinasas activadas por mitógenos ERK (quinasa regulada por señales extracelulares; extracellular signal-regulated kinase), las cascadas de proteína quinasas activadas por estrés JNK (quinasa del extremo N-terminal de c-Jun, c-Jun N-terminal kinase) y p38, y la generación del mediador esfingolipídico ceramida. Éstos y otros mecanismos participan en el control de muy diversas funciones celulares por los receptores cannabinoides.

Únicamente los tejidos del organismo que poseen receptores específicos para cannabinoides son blanco de la acción de estos compuestosComo parece lógico suponer, únicamente los tejidos del organismo que poseen receptores específicos para cannabinoides son blanco de la acción de estos compuestos. En concreto, la mayor parte de los efectos de los cannabinoides están mediados por el receptor CB1, inicialmente denominado “receptor central de cannabinoides” por su localización mayoritariamente cerebral pero que hoy en día sabemos posee una localización muy ubicua. Este receptor es especialmente abundante en áreas del sistema nervioso central implicadas en el control de la actividad motora (ganglios basales, cerebelo), memoria y aprendizaje (corteza, hipocampo), emociones (amígdala), percepción sensorial (tálamo) y diversas funciones autónomas y endocrinas (hipotálamo, médula), lo que lógicamente explica que los endocannabinoides modulen estos procesos y que el consumo de marihuana interfiera con ellos. El receptor CB1 está también presente, por ejemplo, en las terminales nerviosas periféricas que inervan tanto la piel como el tracto digestivo, circulatorio y respiratorio, así como en numerosos tejidos y órganos como el endotelio vascular, hueso, testículos, útero, ojos, hígado y tejido adiposo.

El receptor CB2, inicialmente denominado “receptor periférico de cannabinoides” frente al “receptor central de cannabinoides” (CB1), muestra una distribución más restringida que el receptor CB1, y está fundamentalmente presente en el sistema inmune, tanto en células periféricas (por ejemplo, linfocitos y monocitos/macrófagos) como en tejidos (por ejemplo, bazo y ganglios linfáticos). Así, este receptor está implicado en la modulación de la respuesta inmune por los (endo)cannabinoides.

Sistema endocannabinoide

Los endocannabinoides, junto con sus receptores y sistemas específicos de síntesis y degradación, constituyen en el organismo el denominado “sistema cannabinoide endógeno” o “sistema endocannabinoide”. Este sistema (o al menos parte de sus componentes) aparece de forma altamente conservada en la gran mayoría de animales, al menos en todos los deuteróstomos, y su función hasta ahora mejor establecida es la de constituir un mecanismo de neuromodulación retrógrada en el sistema nervioso central. Así, cuando se sobreactivan diversos receptores de neurotransmisores en la membrana plasmática de una neurona postsináptica, ésta sintetiza precursores de endocannabinoides y los escinde para liberar a la hendidura sináptica endocannabinoides funcionalmente activos. Esto acontece, por ejemplo, tras la unión de algunos neurotransmisores como el glutamato a sus receptores ionotrópicos o metabotrópicos, con la consiguiente elevación de la concentración citoplasmática de Ca2+. Los endocannabinoides actúan entonces como mensajeros químicos retrógrados, esto es, se unen a receptores CB1 de la neurona presináptica, lo que induce por ejemplo que se dificulte la entrada en ella de iones Ca2+ (por el cierre de canales de Ca2+ sensibles a potencial) y se facilite la salida de iones K+ (por la apertura de canales rectificadores de K+ sensibles a proteínas G). Ello dificulta la despolarización de la membrana plasmática e inhibe los procesos de exocitosis. De esta manera se bloquea la liberación del neurotransmisor correspondiente (como el glutamato en este ejemplo).

La acción neuromoduladora de los endocannabinoides, al igual que la de muchos otros neurotransmisores y neuromoduladores, finaliza mediante su recaptura celular a través de un sistema de transporte de membrana plasmática y su posterior degradación intracelular, que corre a cargo de una familia de lipasas entre las cuales la hidrolasa de amidas de ácidos grasos (fatty acid amide hydrolase, FAAH) y la monoacilglicerol lipasa (MAGL) son las mejor caracterizadas para la rotura de la AEA y el 2-AG, respectivamente.

El receptor CB<SUB>1</SUB> cannabinoide es en general uno de los tipos de receptores más altamente expresados en el sistema nervioso central El receptor CB1 cannabinoide es en general uno de los tipos de receptores más altamente expresados en el sistema nervioso central y, en concreto, es el receptor presináptico acoplado a proteínas G más abundante en el cerebro adulto de los mamíferos hasta ahora estudiados, hallándose presente, como hemos mencionado, en prácticamente todas las regiones de este órgano. La localización presináptica del receptor CB1 fue mostrada por vez primera en terminales axonales de interneuronas hipocampales, y hoy en día se conocen numerosos ejemplos de otras neuronas GABAérgicas (por ejemplo, corticales y estriatales), así como glutamatérgicas (por ejemplo, corticales, hipocampales, hipotalámicas y cerebelares) o de vías subcorticales ascendentes (por ejemplo, terminales colinérgicas, noradrenérgicas y serotoninérgicas), que expresan altas cantidades de receptores CB1 presinápticos. Además de esta localización característica en terminales presinápticas, se ha descrito la existencia de receptores CB1 en algunas neuronas postsinápticas, cuya activación inhibe los canales de Ca2+ sensibles a potencial y los receptores ionotrópicos de glutamato de tipo N-metil-D-aspartato. Los receptores CB1 del sistema nervioso central también se expresan en astrocitos, donde podrían controlar el aporte trófico de estas células a las neuronas y los procesos de comunicación sináptica entre ambos tipos de células, así como en oligodendrocitos y en células del endotelio vascular. Por último, el receptor CB2 cannabinoide se expresa en células de microglía, los macrófagos residentes del tejido nervioso, donde inhibe la activación de dichas células y produce por tanto un descenso en la liberación de citoquinas proinflamatorias y especies reactivas de oxígeno y nitrógeno, lo que conlleva a su vez una atenuación de los procesos neuroinflamatorios. Todos estos efectos complementan la acción de mensajeros retrógrados que ejercen los endocannabinoides sobre la plasticidad sináptica y la funcionalidad neuronal.

Por último, es importante mencionar que el sistema endocannabinoide no sólo se expresa en el sistema nervioso adulto, sino que, como ha demostrado nuestro grupo y otros laboratorios, también lo hace en el cerebro en desarrollo, en el cual evidencia un patrón de distribución “atípico”, ya que, por ejemplo, durante etapas prenatales el receptor CB1 abunda en células progenitoras neurales y en proyecciones axonales que conforman áreas de sustancia blanca. Los estudios más recientes sugieren que, durante el desarrollo cerebral, el sistema endocannabinoide controla procesos esenciales como la proliferación, migración, diferenciación y supervivencia de células neurales, así como la elongación y fasciculación de axones y la formación de conexiones sinápticas durante el establecimiento de los patrones morfogenéticos del sistema nervioso.

Posibles aplicaciones terapéuticas de los cannabinoides

La marihuana y sus preparados se han empleado en Medicina desde hace al menos 50 siglosLa marihuana y sus preparados se han empleado en Medicina desde hace al menos 50 siglos. Los descubrimientos recientes en el conocimiento del sistema endocannabinoide resumidos anteriormente han contribuido al renacimiento del estudio de las posibles aplicaciones terapéuticas de los cannabinoides, lo que constituye hoy en día un campo de amplio debate científico, clínico y social. Basándose en la demostración de la función moduladora que los endocannabinoides ejercen sobre numerosas funciones cerebrales, se ha sugerido el potencial terapéutico que la manipulación farmacológica de sus niveles o la administración de agonistas cannabinoides (bien cannabinoides de la planta, bien cannabinoides sintéticos) podría tener en el tratamiento de diversas patologías que afectan al sistema nervioso. En algunas de estas enfermedades ya se ha podido poner de manifiesto que existen cambios en la expresión de receptores cannabinoides y/o en los niveles de endocannabinoides en ciertas zonas del cerebro, lo que justificaría el estudio farmacológico de este sistema. Por ejemplo, y de forma general, los cannabinoides ejercen efectos analgésicos que los harían de utilidad en el tratamiento del dolor. También podrían ser útiles en el tratamiento de los procesos de neuroinflamación, en los que su administración permitiría paliar algunas consecuencias típicas de dichos desórdenes. Hoy en día sabemos además que, bajo determinadas ventanas terapéuticas, los cannabinoides son capaces de proteger a las neuronas frente a diversas situaciones de daño, lo que podría tener interés para el tratamiento de episodios de daño cerebral agudo y quizás de enfermedades neurodegenerativas. Su participación en los procesos de memoria hace pensar que los cannabinoides podrían ser de utilidad en trastornos como la extinción de memorias aversivas en situaciones de estrés post-traumático. Análogamente, la presencia de receptores cannabinoides en regiones del sistema límbico y el hipotálamo anterior permitiría que la manipulación de dichos receptores pudiera ser una aproximación farmacológicamente relevante en el tratamiento de trastornos alimentarios y metabólicos, así como de fenómenos compulsivos relacionados con la adicción a drogas.

La utilización clínica de los cannabinoides y otros compuestos que afectan a la señalización cannabinérgica es hoy en día bastante restringidaA pesar de todo ello, la utilización clínica de los cannabinoides y otros compuestos que afectan a la señalización cannabinérgica es hoy en día bastante restringida. En la actualidad se permite en algunos países la prescripción de cápsulas de THC (Marinol) y del cannabinoide sintético nabilona (Cesamet), así como la dispensa de preparaciones estandarizadas de marihuana medicinal, para inhibir la nausea y el vómito, estimular el apetito y atenuar la caquexia en pacientes de cáncer o sida. Recientemente se ha aprobado un nuevo medicamento cannabinoide, el Sativex, un aerosol oro-mucosal compuesto por extractos de cannabis ricos en THC y cannabidiol, para el tratamiento del dolor oncológico y neuropático (hasta ahora solo en Canadá) y de la espasticidad asociada a la esclerosis múltiple (en varios países, incluida España). Existen además otras posibilidades terapéuticas de los cannabinoides que se hallan aún en diversas fases de ensayos clínicos.

Los cannabinoides son sustancias bastante seguras en el contexto de su aplicación clínica, pero su uso médico está en parte dificultado por sus efectos psicoactivos no deseados, entre los que se incluyen los de tipo afectivo (euforia), somático (somnolencia, descoordinación motora), sensorial (alteraciones en la percepción temporal y espacial, desorientación) y cognitivo (lapsos de memoria, confusión). Aunque dichos efectos secundarios puedan ser transitorios y estar dentro de los márgenes aceptados para otros medicamentos, está claro que, al menos para determinados pacientes y enfermedades, sería deseable diseñar cannabinoides que carecieran de acciones psicotrópicas. Puesto que éstas dependen de los receptores CB1 centrales, la opción más lógica sería evitar la activación de dichos receptores (siempre que la patología en cuestión lo haga viable). Así, por ejemplo, se están diseñando cannabinoides que se unen selectivamente al receptor CB2 y cannabinoides que no atraviesan la barrera hematoencefálica y por tanto no alcanzan el sistema nervioso central. Por otro lado, la administración a animales de experimentación de inhibidores de la degradación (recaptura o hidrólisis intracelular) de endocannabinoides ha permitido conseguir la elevación de los niveles de estos compuestos en contextos espacio-temporales restringidos y, de esta manera, la inducción de efectos por ejemplo bradiquinésicos, ansiolíticos o analgésicos sin efectos secundarios notorios. Este tipo de compuestos todavía no ha sido, sin embargo, objeto de ensayos clínicos exitosos.

Es necesario llevar a cabo investigación básica más profunda y ensayos clínicos más exhaustivos para comprender más sólidamente la función biológica y el potencial terapéutico En este contexto del conocimiento general del campo, nuestro grupo de investigación comenzó a estudiar hace ya unos 15 años los mecanismos moleculares por los cuales los cannabinoides, tanto los endógenos como los de la planta, actúan en el organismo. Más concretamente, nuestro interés se centró en dilucidar si estos compuestos son capaces de alterar algunos procesos centrales de la biología celular como la proliferación, diferenciación y supervivencia, sobre todo (aunque no exclusivamente) en el sistema nervioso. La comprensión de estos eventos es esencial para el conocimiento preciso de procesos biológicos como el desarrollo del sistema nervioso, así como para la caracterización de la etiología y progresión de las enfermedades neurodegenerativas (caracterizadas por la disfunción y pérdida de células nerviosas) y de los procesos oncológicos (caracterizados por una proliferación y supervivencia celulares desmesuradas) y, por tanto, para el diseño de terapias racionales para su tratamiento. Estos tres paradigmas concretos constituyen la base de los principales proyectos de investigación que nuestro grupo lleva a cabo hoy en día. Por ejemplo, y de forma muy resumida, a lo largo de este tiempo hemos observado que, tras unirse a sus receptores, los cannabinoides modulan numerosas vías de señalización intracelular en distintos tipos de células neurales, lo cual se traduce en efectos tales como la estimulación de la proliferación de células progenitoras neurales para generar neuronas y células de neuroglía, la protección y supervivencia de neuronas y células de neuroglía, la inactivación de células de microglía y la inducción de muerte programada en células tumorales de origen glial (glioma). Estos acontecimientos celulares tienen una clara relevancia fisiológica en animales de laboratorio, en los cuales se observa cómo los cannabinoides, por ejemplo, controlan el desarrollo de la corteza cerebral, contribuyen a la regeneración y protección del tejido nervioso en situaciones de daño, e inhiben el crecimiento de tumores malignos.

La comunidad científica se encuentra hoy en día en un punto en el cual se ha acumulado un conocimiento relativamente bueno de cómo actúan molecularmente los cannabinoides en el organismo y de cuáles pueden ser algunas de sus aplicaciones terapéuticas más inmediatas. Sin embargo, es necesario llevar a cabo investigación básica más profunda y ensayos clínicos más exhaustivos para comprender más sólidamente la función biológica y el potencial terapéutico de estos nuevos mensajeros químicos de nuestro organismo.

Bibliografía

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(1) Catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular, Facultad de Ciencias Químicas, Universidad Complutense de Madrid

FUENTE: http://www.revistaeidon.es/archivo/revista-eidon-n-38/investigacion-y-ciencia/118144-el-sistema-endocannabinoide-como-nueva-diana-terapeutica

(Título original: El Sistema Endocannabinoide como nueva diana terapéutica)

Diferencias entre un mundo con regulación de sustancias y un mundo que prohibe sustancias.

El corto animado «The Flower» (La Flor) muestra como funcionaría un mundo en el que se regula la producción, distribución y uso de sustancias psicoactivas, en comparación con nuestro mundo actual, que prohibe un gran número de drogas, incluída la mariguana.